Este procedimiento quirúrgico es ideal para personas que padecen de catarata, permitiendo eliminar la opacidad parcial o total del cristalino. La catarata provoca que la luz se disperse dentro del ojo y no se pueda enfocar en la retina, creando imágenes difusas.
La facoemulsificación se lleva a cabo realizando una incisión sobre la córnea, a través de la cual se extrae el contenido opaco del cristalino y el saco que lo envuelve se deja dentro del ojo. Una vez extraída la catarata, en su interior se implanta un lente intraocular artificial que sustituye el lente natural, evitando así la necesidad de gafas o lentes en la mayoría de los veces.
En algunos casos especiales, este procedimiento es realizado también en pacientes mayores de 50 años que no padecen de catarata pero que no ven bien por causa de algún defecto refractivo alto como miopía, hipermetropía, astigmatismo, en estos casos se llama cirugía facorrefractiva.